En la niebla
confundí mis manos.
No supe
cuál era la izquierda,
cuál la derecha.
Y mis zapatos se mojaron
con una humedad podrida.
Y mis pies se impregnaron
de la negrura del barro.
La izquierda es la derecha,
la derecha es la izquierda.
Con cuál mano escribo?
La derecha es la izquierda,
la izquierda es la derecha
bajo la niebla,
esa frazada
de lana virgen.