Me atrinchero detrás de las palabras,
tienen un eco violento.
Aquel que defiendes no te ama:
no es capaz de amarte.
Tu puntería se equivoca:
habla mal de vos a tus espaldas
y le das asco,
y te mataría si pudiera:
no te necesita.
Las que odian a los hombres
quieren que denigres
al fruto de tus entrañas,
que lo maldigas,
sólo así estarán satisfechas.
El modelo se copia
incluso cuando no
quiere copiarse.