La primavera
decora el jardín
con hojas tiernas.
Así también sobresalen
las nubes blancas
sobre las grises.
Lo que sobresale
es lo que uno
siempre busca.
No vale la pena
afirmar lo contrario.
La primavera
es cruel con el cuerpo.
Sólo el pasto crece
donde no lo llaman.
El pasto crece orgulloso
en los confines del cemento.
Quiere gritar que la luz
también está en la oscuridad.
La habita
en esta época del año.
El pasto crece donde pisas:
de esa forma es más fácil
seguirte.
Con tanta luz no hace falta
esconderse.
La noche no es noche.